Este 25 de noviembre volvemos a las calles para manifestarnos en contra de todas las violencias machistas y del sistema patriarcal-capitalista.
Nos enfrentamos a un escenario crítico que atraviesa hoy la democracia costarricense, que ataca y vulnera los derechos mínimos de las mujeres que han sido fruto de las luchas históricas. Los datos alarmantes reflejan un país que se encuentra tomado por la violencia, grandes desigualdades, el narcotráfico y un gobierno con agendas neoliberales y discursos que alimentan el odio desmedido.
Este incremento alarmante de la violencia de género que atraviesa el país ha dejado 21 feminicidios, 70 muertes violentas de mujeres, crímenes de odio, desapariciones de compañeras y un incremento de violencia hacia la niñez y adolescentes; además, cada día, 12 adolescentes de entre 15 y 19 años se convierten en madres en Costa Rica.
Nos sumamos al llamado que se realiza desde las organizaciones, colectivas, grupos, partidos y activistas para exigir acciones concretas ante esta crisis que atraviesa nuestro país.
Desde el movimiento feminista reiteramos la necesidad de seguir luchando contra un sistema que perpetúa las desigualdades de clase y fomenta la violencia estructural contra las mujeres: trabajadoras, precarizadas y empobrecidas que, subsisten en codiciones de explotación.
Es urgente la dignificación de todas las trabajadoras, especialmente aquellas que realizan trabajos precarizados y trabajo de cuidados, sobre los cuales se sostiene el modelo capitalista.
Por eso, nos oponemos al proyecto de jornadas 4×3, que afectará con más fuerza y de manera directa a las mujeres trabajadoras, rechazamos el ataque del Gobierno de Rodrigo Chaves contra la institucionalidad pública, los recortes presupuestarios y la privación de instituciones como la C.C.S.S o el MEP, que significan un riesgo para la vida de las mujeres y de las familias que habitan fuera de la GAM.
Denunciamos las manifestaciones de violencia política que continúa incrementándose y acechando a compañeras en puestos de representación, quienes han sido víctimas de insultos, calumnias, amenazas y persecución por parte del Poder Ejecutivo.
Exigimos el cumplimiento de la Ley No. 10.235 para prevenir, atender, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en la política, como una medida necesaria para atender una realidad cada vez más violenta.
Creemos que el feminismo es una herramienta de transformación económica y política que apuesta por colocar la vida en el centro y transformar las condiciones de las mujeres trabajadoras. Por eso, desde el Frente Feminista, Juventud del Frente Amplio y desde la digna rabia, demandamos al Estado de Costa Rica el cumplimiento, respeto y garantía de una vida libre de violencia para todas las mujeres.
Luchamos por un proyecto político que atienda las urgencias que atraviesan los cuerpos de las personas feminizadas, por una transformación que enfrente las desigualdades desde todos los espacios, y por reivindicar una vida más justa y digna para todas, todos y todes.
¡Ni una menos, vivas nos queremos!
– Comisión Política